lunes, 17 de enero de 2011

Vivías lejos, nunca supe bien; si tenías nombre me lo olvidé. Son las cinco y Palermo tiene poco que contar. En casa hay dos vinos si prometes que no te enamoras. Siempre esta pata de palo fue más zorra que mi corazón. Y así quedamos, fulanos de nadie. Digamos poco y brindemos por lo que viene y se va. Por ser estreno el asunto no estuvo tan mal; no hay besos campeones en un primer round. Después nos dormimos, creo que ni te abracé. Afuera llovía como la penúltima vez. Junto los vidrios en un vaso mientras desayunás un papel, y planeamos un viaje que jamás vamos a hacer
Nos empezamos de golpe, nos saboreamos de prepo, como salidos de un cuento de amor. Vos venías de un viaje de mochilas cansadas, yo pateaba verano sin sol. Y en el escolazo de los besos cantamos bingo, y así andamos, sin nada de mapas ni de candados. Nunca dejo que un ángel haga un nido en mi almohada, pero me acuerdo tarde, mi amor. Hoy me siento a la sombra de tus piernas dormidas y le converso a mi insomnio de vos. Y como los fantasmas del recuerdo salen a la noche a patotearte. Es tan fácil perderse en las calles del miedo; no me sueltes la mano mi amor, mi casa es un desastre sin tu risa
Son estos días de vivir con la muerte en la nuca, en esta epidemia de silencios de nunca acabar. Sería bien bueno distraerse tejiendo ternuras; que abran cancha las penas y un milagro nos saque a bailar. Son estas noches de esperanzas desesperadas, de el sueño en compota y el escabio para no pensar. Pero... ¿Quién nos dice que a la vuelta de tanta derrota cambiemos de pilchas y los miedos nos dejen en paz?
Ojalá supiera andar más abrigado de tu olvido, siempre que te nombran. Ojalá pudiera ir a chapotear en otros besos, lejos de tu boca. Pero resulta que soy torpe para entender. Como un caballero de ajedrez gastado salto entre las sombras. Ojalá me atreva a ser más asesino de mis sueños para no soñarte. Ojalá pueda poner en penitencia a mi paciencia, para no esperarte. Ojalá que aprenda a ser más elegante en mi derrota cuando más te piense. Ojalá me salga ser más testarudo con mi orgullo cuando más te alejes. Algunas noches te entierro, algunas mañanas te vuelvo a soñar. Algunos errores son deliciosos

jueves, 13 de enero de 2011


Soy un gran falso mientras finjo la alegría, tú un gran desconfiado cuando finges simpatía