domingo, 24 de octubre de 2010

Ojalá que te cierren las puertas del cielo y que todos te humillen; que se llene tu alma de penas y entre más te duelan que más te lastimen. Que tu alma se vaya al infierno y que se haga eterno tu llanto; ojalá pagues caro el haberme engañado aún queriéndote tanto.


Que se claven espinas en tu corazón si es que aún tienes algo.


Ojalá sea un tormento acordarte de mi, si es que un día lo haces.


Ojalá sea tanto el dolor que supliques perdón
Esperabas verme derrumbado, sin esperanzas de volver a hacer mi vida... Pero te cuento que te has equivocado, el mundo no se acaba cuando un amor termina. Cuando un amor termina se nos viene el mundo encima; nos parece la tragedia más amarga de la vida, y cuando el tiempo pasa se renueva la esperanza, la ilusión regresa al alma como un nuevo amanecer, y nos enamoramos otra vez
Te prometo callarme, esta vez no humillarme. Te prometo quererme un poquito y darme al fin mi lugar. Te prometo me aguanto a pie firme tu olvido. Y aunque sangren mis labios por Dios yo te pido, no vuelvas conmigo. Te prometo ignorarte, te prometo olvidarte; como a la mala hierba arrancarte de mi alma y tener dignidad. Si te tienes que ir, a pesar que te quiero, más te vale que cumplas porque yo por ti ya no muevo ni un dedo. Te prometo olvidarte, te prometo borrarte. Por la cruz de mi vida te juro por ti ya no muevo ni un dedo