Ayer los dos soñábamos con un mundo perfecto, ayer a nuestros labios les sobraban las palabras. Porque en los ojos nos espiábamos el alma y la verdad no vacilaba tu mirada. Ayer nos prometimos conquistar el mundo entero, ayer me juraste que este amor seria eterno; porque una vez equivocarse es suficiente para aprender lo que es amar sinceramente. Hoy destruiste con tu orgullo la esperanza, hoy empañaste con tu furia mi mirada; borraste toda nuestra historia con tu rabia y confundiste tanto amor que te entregaba con un permiso para así romperme el alma. Mañana ni siquiera habrá razones para odiarte. Yo borraré todos tus sueños de mis sueños, que el tiempo arraste para siempre tus recuerdos
No hay comentarios:
Publicar un comentario