Me confesaste un amor sin rodeos; que la inocencia nos proteja ahora que todo es más perverso. Por mi cabeza ya pidieron recompensa, pero no hay precio por robar tu corazón... Pueblo chico, infierno grande. Somos caballos salvajes. Ya desafiamos la ley, de trampas se hizo la ley. Por la ruta de jinete enmascarado se escuchan los disparos, preparan la emboscada. Y en alambrados como pentagramas, los pájaros tocando tu canción
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